Carta
de Violet Trefusis (a los 17 años) a Vita Sackville-West:
“Me
gustaría arrancarte de tu Italia, abofetearte las mejillas y
llevarte en viaje de placer muy lejos, lejos de todo cuanto actúa
como narcótico sobre una naturaleza que en tus dos últimas cartas
parece medio dormida. ¡Dios mío, Dios mío, cómo puedo romper esa
calma olímpica que guarda los recuerdos púrpura y escarlata que
guardo de ti? En primer lugar debemos viajar a España, tú como mi
alumna, yo como tu cicerone. Te enseñaré el Manzanares, con sus
sinuosos meandros; Irún sombreado por los Pirineos, con sus crueles
y guapas muchachas;...”
(Nigel
Nicolson, Retrato de un Matrimonio, Lumen, 2011, p.118)
No hay comentarios:
Publicar un comentario